El desierto helado

Está claro que Ulán Bator sólo está de paso para los que quieren llegar a la parte profunda de Mongolia, así que vamos a buscarla.

El periplo de ida y vuelta por Mongolia resultó ser extraño. Mongolia era una de las incógnitas del viaje, no sabía lo que me iba a encontrar. Por otro lado, ¿visitar un desierto en invierno? Imprevisible

El viaje "desértico" comenzó por la enorme estepa de Mongolia rumbo hacía Karakorum, una de las ciudades más antiguas de Mongolia, hoy en ruinas. Tras mi paso por el transiberiano me lo quería tomar con  tranquilidad.

El camino no lo recordaré por las montañas nevadas, rocas, valles... sino por las manadas de caballos salvajes, los camellos (no dromedarios!), halcones, cabras, ovejas, vacas, ratones, aguilas, enormes cuervos, animales muertos que sirven de alimento para cualquier animal que pasa por esa enorme estepa... ¿Pero un desierto está desierto o no?

Tras la parte de la estepa, llegó el desierto. Dunas de arena congelada. Más tormentas de arena, que cuando pasan dejan unos paisajes para las postales.

El momento para hacer este viaje está claro que no es esta época del año. Tan pronto tienes una tormenta de arena que te lanza miles de granitos de arena a la cara, te impide distinguir nada, y te deja la piel ajada, como hace un sol justiciero (y yo con -20ºC pensando dónde dejé mi crema solar...) E incluso sufrimos una tormenta de nieve que nos hizo quedar varados varias veces, no se sabe bien si por la nieve o por la arena de debajo; en mi vida había visto yo nevar con tanta fuerza, imposible ver más allá de dos metros, el frío se te cuela hasta debajo de las uñas...

Para dormir, los nómadas te acojen en Ger, tiendas en las que viven. La fama de hospitalarios que tienen los Mongoles es legendaria. Te dan cama, calor y comida. Una comida que por cierto (si eres sensible, pasa al siguiente parrafo) es carne de caballo. Caballo para comer, caballo para cenar, y sí, caballo para desayunar. A los que no les parezca suficientemente cruel esto, debo añadir que antes de comerlo, cabalgué por el desierto con uno.

Pocas comodidades tienen los nómadas en sus Ger, ni agua corriente, ni electricidad, ni baño. Y es discutible la belleza de tener que usar un agujero en mitad del desierto como baño... Sí, puedes ver las estrellas, pero el frío hace que tengas otro tipo de pensamientos... ¿Duchas? Para que, aquí las capas de mierda son importantes para protegerse del frío!

Vodka Delibery, o Como beberse una botella en tres minutos con el JuanRa Holandés y el Quiñones Australiano

De vuelta ya en Ulán Bator, después de mi periplo de ida y vuelta por Mongolia. Mañana sale mi tren rumbo a Pekín, otros dos días de tren para cubrir los 1400km de la segunda etapa del viaje.

Gobo, entre las tormentas de arena llegó volando una postal!