28 April 2010

Hormigas a dos ruedas. La locura de Hanoi.

Y el viaje llega a la parte de indochina. Primera parada, la capital vietnamita, Hanoi. Solo hace 6 meses desde la última vez que pasé por aquí, aquella vez en mejor compañía que esta.


Ya no recordaba lo que era esta ciudad. Una ciudad de hormigas a dos ruedas. Pasear por la calle es una locura, entre el ruido de las motos que usan el claxón (no se me ocurre otra forma de decir pito) como banda sonora, cruzar la calle se convierte en deporte de riesgo. Y para el peatón, las aceras son impracticables porque están ocupadas por las motos aparcadas.

 





Y entre tanto paseo, siempre hay alguíen dispuesto a ofrecerte su moto para llevarte a modo de taxi. "Motorbike, sir?" ha sido la frase más escuchada en mi parada en Hanoi. Y es que esta ciudad me produce la sensación de tener el símbolo del dolar tatuado en la frente. Han intentado sacararme hasta el último dong que llevaba encima, y tengo que decir que algun taxista lo ha conseguido (es largo de explicar, pero como se suele decir, nunca os fieis de un conductor de autobús desnudo)



Lucas, te estoy vigilando!


Orientarse en Hanoi puede ser divertido también. Cada calle tiene el nombre de los comercios que hay en ella. Si quereis comprar toallas, id a "la calle de las toallas", así de sencillo o así de complicado.


Un chupito de culebra? o de escorpión mejor?


Y poco más. Hanoi es una ciudad para agudizar los sentidos, esquivar y ser esquivado es el día a día. Mi recomendación es hacerlo sin mirar. Para cruzar lo unico que tienes que hacer es desear cruzar. Y una vez que te lanzas sin retroceder, es increible ver como ellos te esquivan. Una vez en el otro lado de la acera, respira de nuevo y vuelta a empezar.





Y como novedad en este blog, presento la sección "Más vale un video que 25 fotográmas", para que os hagais una idea de lo que hablo:




Gobo, a un motorista se le cayó una postal!

24 April 2010

Fin (de la segunda etapa). Hong Kong

El tren desde Shanghai fue tal y como prometía la clase de billete: Hard Sleeper, durmiendo en una dura litera sin colchón y con otros 5 chinos en un camarote sin puertas... Pero a estas alturas de viaje ya nada me parece suficientemente malo, asi que en poco más de un día de camino estaba en Hong Kong.


Pero Hong Kong... ¿es China o no es China? pues teóricamente, desde 1997 pertenece a China. Pero en la práctica, no. Las fronteras están aún cerradas y no se abriran hasta dentro de 50 años, e incluso los chinos necesitan visado para entrar (curioso que ellos si y yo no), aún tienen su propia moneda. Además, es divertido ver como hablan un queen english mucho mejor que el mío, o como una calle que se llama Wan Chai se cruza con otra que se llama Queen's Road.




Porque he encontrado mucha gente que reniega de ser chino, se diferencian de ellos diciendo que "son más civilizados", cosa que he comprobado que es cierta, ya que, por poner un ejemplo, no he tenido que ir esquivando escupitajos y mocazos de la gente por la calle, cosa que en otros sitios de China hay que tener mucho cuidado.







El tiempo en Hong Kong también es muy extraño: siempre con mucha niebla, algunas veces se pasa el día lloviendo pero siempre hace un calor húmedo que te hace sudar al mas mínimo esfuerzo, así que con este tiempo cogí el segundo costipado del viaje, tras el siberiano.



No Converse!!


Aquí  puedes decidir si mirar hacia arriba y ver rascacielos, o mirar hacia abajo y ver los mercadillos bajo los rascacielos. Mercadillo de antigüedades, mercadillo de fruta, mercadillo de pescado fresco, mercadillo de electrónica, mercadillo de Jade... para todos los gustos y colores




Por el camino, encontré a Scott, de Canadá; a Javier, de Argentina, a un Irlandés cuyo nombre soy incapáz de recordar, Dário, un italiano; Marcus, un polaco, Tube, una sueca... y otros tantos que no recuerdo, y con los que me junté para disfrutar un poco más la ciudad de lo que la niebla me dejaba.






Y tras una semana aquí, Hong Kong no da más de sí. He descartado ir a Macao porque no creo que aporte nada nuevo a mi viaje, así que pongo fin a la segunda etapa del viaje, y parto hacía nuevos territorios: Indochina. Por cierto, no puedo volver a China por asuntos burocráticos, así que tendré que volar!

18 April 2010

Segundo asalto a Shanghai

Los trenes para Hong Kong sólo salían los días impares, y hasta nuevo aviso, estaban ya todos ocupados. Así que quisiera o no, tenía que quedarme unos días más en Shanghai, a ver lo que me deparaba...


El mal tiempo continuó, la lluvia y la niebla no se iban, excepto un día que asomo el sol y aproveché para coger la cámara y salir a conocer bien la ciudad y hacer unas fotillos...






Por lo demás, Shanghai no tiene mucho más que ver, a parte de los rascacielos y los mercadillos, que ya bastante juego dan. De los chinos he acabado un poco harto, entre la cantidad de veces que han intentado timarme y lo maleducados que son... (aunque nunca se puede generalizar).




También me he sentido un poco freak show, por la cantidad de veces que me han pedido hacerme una foto con alguien, o directamente haciendome fotos con el móvil por la calle, supongo que será por la barba... sintoma de que ya va siendo hora de afeitarse.






Y como me encanta comer por la calle, de mercadillos, sin saber muy bien lo que como... Y así me pasó un día comí una especie de bolas, que yo desconocia que tenían un líquido hirviendo dentro que me han dejado los labios en carne viva, castigado sin besar una temporada...






Alex, un fotógrafo old school que viene a trabajar en la Expo que empieza el mes que viene y un tío de puta madre, me llevó a un centro comercial de fotográfia, con tiendas de segunda mano, donde me dio el segundo ataque consumista del viaje y compré una mítica Holga...que ganas tengo de probarla!




Y ya mañana por fin puedo salir hacia Hong Kong, en un tren que tarda dos días y en la peor clase posible... pero después del transiberiano, estoy preparado para todo!



Gobo! Rosi! Con tanto tiempo libre esta vez encontré tres postales!!!




Mini-historia de la señora que resucitó al tercer día. Decidimos Alex y yo, ir a hacer unas fotillos a ciertas zonas de Shanghai donde la llegada de la Expo está haciendo estragos. Ciertos barrios que están siendo arrasados, y lo que no da tiempo a arrasar directamente construyen muros para que no se vea el mobbing que hay detrás. Pero un muro no basta para pararnos, así que tras saltarlo llegamos a una zona de escombros. Allí la gente que aún queda viviendo se preguntaba que narices hacian dos occidentales haciendo fotos por esa zona, y antes de darnos cuenta estabamos rodeados de chinos, que nos contaban (con gestos y señales) que les han tirado las casas, y que se juntan en las pocas que quedan en pie, pero que les cortan la luz, el agua, y que hicieramos fotos de aquello




Nos invitaron a pasar a una casa de esas, y Alex, que no lleva flash, se quedó fuera. Así que a oscuras fui de habitación en habitación viendo como vivian. Hasta que llegue a una habitación donde parecia distinguirse entre la oscuridad un bulto entre unas mantas en una cama. Una señora me hacia gestos para que me acercase, pero me daba miedo lo que encontraría allí... Y efectivamente, debajo de las mantas había una señora completamente inmovíl... ¿Muerta? ¿Disecada? La señora quería que le sacase una foto, y trato de incorporarla... Cual es mi sorpresa cuando tras darla dos gritos, la señora abrió los ojos!!! Os imaginais la cara que se me quedó...




Aquí dejo constancia de aquel momento pseudo-callejeros: