A los chinos les gusta hacer las cosas a lo grande. Sin pensaba que la Ciudad Prohibida era grande, es por que no conocía El Palacio de Verano. Vaya chalecito de verano para la dinastía Ming... templos, jardínes, lagos... más grande que mi pueblo!!
La siguiente parada puede ser el Lama Temple, uno de los templos budistas más grandes fuera del Tibet. Se puede encontrar fácilmente siguiendo el olor a pachuli desde kilómetros de distancia.
Y si aún no estas cansado de patear, preparaté a ver parques. Pekín tiene numerosos y enormes parques. Para entrar en alguno de ellos haya que pagar, como en el Templo del Cielo. Es curioso como la palabra comunista se transforma en consumista sólo cambiando un par de letras de sitio.
La gente aprovecha esos enormes parques para sus actividades al aire libre. Miles de personas jugando a las cartas, haciendo yoga, bailando, cantando (o como quiera que le llamen a esos estruendosos sonidos), cometas... cualquier actividad es buena para pasar el día.
Al atardecer, que mejor que acercarse a la villa olímpica. Está claro que los chinos aprovecharon los juegos olímpicos para limpiar su imagen de cara al resto del mundo, pero ¿a que precio? Para reducir las emisiones de CO2, simplemente "quitaron" de la circulación los coches que más contaminaban... o para construir las enormes autopistas que ahora cruzan la ciudad pasaron por encima de los hutongs con años de historia...
Miyagi, dar cera pulir cera |