Desde Indonesia, y tras unas interminables 12 horas de espera en el aeropuerto, tomé el vuelo 815 de Oceanic Airlines para llegar hasta Sydney.
Con este vuelo, ponía fin a una gran etapa del viaje, la etapa asiatica. Estos últimos meses por Asía han sido increibles, espero que lo que me queda de viaje sea por lo menos la mitad de bueno que la etapa asiatica.
Pero el cambio de volver a la vida occidental ha sido demasiado duro para mi. He cambiado el veranito de Indonesia, las playas de Bali y el submarinismo por el invierno de Australia, el asfalto y los edificios de una gran ciudad. Eso si, lo que si que agradezco es volver a comer con un tenedor. Ya no recordaba la última vez que comí con cuchillo y tenedor. En Indonesia hubo un acercamiento, pero partir la carne con una cuchara no es a lo que estaba acostumbrado.
Y eso por no hablar de dinero. De dormir por dos euros a hacerlo por veinte. De comer por uno a comer por diez... Un billete de metro sencillo sale por unos dos euros y medio, cuando por ese precio alquilaba una bici un día entero en Camboya
Y tengo que decir que sólo estoy aquí por una semana. Me hubiera gustado mucho haber recorrido el país por unos cuantos meses, y ahora que estoy aquí y veo lo que me pierdo me estoy arrepintiendo, pero necesitaría varios meses para ver el país y mi presupuesto ahora no se lo puede permitir, quizás para la siguiente vuelta al mundo...
¿Y qué hay en Sydney? Pues a mi me ha recordado a una mezcla entre Londres y cualquier gran ciudad en América. Los parecidos con Londres son obvios: las casas bajas, conducir por la izquierda, sitios como Hyde Park o Kings Cross... no hace falta mucho para darse cuenta cuales son las raices de esta ciudad. La parte americana la he visto reflejada en los altos edificios del centro financiero, en la doble moralidad de no poder beber alcohol en las calles, que a la vez están llenas de prostíbulos...
No creo que los ingleses hicieran un gran negocio cuando decidieron que iban a madar a los criminales a esta isla, soleada aún en invierno, y quedarse "la gente de bien" en esa isla tan gris de lluvias...
Y entre el invierno y las lluvias decidí refugiarme en un zoo cubierto, con acuario incluido... por eso estas fotos de animales, no son de submarinismo... ya me gustaría...
Gobo, encontré otra postal que mandarte en un boomerang!
7 comments:
Como no, nos tienes aquí pegaos!.Vaya fotones, la de las calamares (ricos a la romana) y el niño jugando con la burbuja muWenas!Ale cabróncete con patillas y seguramente mucha barba, sigue disfrutando y dale caña a los tenedores! BuenViaje figura!!! (Por cierto, estoy en casa de Ucho y te escribo sin camiseta, para no perder la costumbre)
no hase falta desir nada mas......
cata
como mola..tengo ganas de ir a Australia
molan mucho las fotos de bichitos :)
besooossss
Tiene buena pinta Sydney!! y qué pena que estes tan poco tiempo allí, a mi que me apetecía conocer más el país y como no creo que vaya en mi vida tu me servías jeje
besos!
Sonia
PD: Próximo destino?
Vaya shock el cambio imagino, bienvenido de nuevo al mundo de los tenedores y los robos a mano armada.
Estoy de acuerdo con que la etapa asiàtica ha sido increíble ES-PEC-TA-CU-LAR!
Oye me flipa la araña esa de cuatro patas, es rara de cojones y el koala y el canguro jeje que típicos.
Bueno sigue asi!
Me quedo, sin lugar a dudas con la imagen del canguro mirando ¿tras el cristal? ¡qué demonios es esto!
Gobo, la araña de 4 patas es que Rodri se ha comido las que faltan, hecha de menos la comida rara de su etapa china.
A seguir disfrutando del viaje.
un abrazo
Yo me volvía para atrás y me tiraba un mes en la India ;)
Un abrazo enorme.
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